miércoles, 10 de julio de 2013

Al revés

Los que nos dedicamos al mundo de la protección solar, tenemos activado permanentemente un sexto sentido que fija nuestra mirada en un toldo, casi sin saber por qué. 

Y luego detectamos que la lona se enrolla al revés sobre el tubo de enrolle o eje.

Es un detalle que puede pasar desapercibido por mucha gente.

Y es que los toldos con elevación manual, (máquina y manivela) no suelen tener tope. Y en algunas ocasiones, el usuario que los está manipulando gira y gira la manivela, consiguiendo que, aunque el toldo haya llegado a extenderse del todo, empiece a subir, al enrollarse la lona al revés sobre el mismo tubo.


Y eso, mayoritariamente en los toldos de brazos articulados, puede dañar seriamente al sistema o estructura.




Veamos un poco la explicación.

Partimos de la base de que el cambio de sentido de enrolle solo puede tener lugar cuando se extiende el toldo.

Sin embargo, el daño se produce al recogerlo.

Los distintos elementos que componen la estructura 
(en este caso, el soporte, el brazo, y el terminal de agarre del citado brazo al perfil de carga o perfil delantero) están diseñados para conseguir un equilibrio en las alturas de los diferentes componentes, y no dañar ninguna


Empecemos por el brazo:
Sus dos partes, unidas a modo de bisagra por lo que conocemos como codo, no están totalmente paralelas, sino que, en reposo, podemos  apreciar que el antebrazo se alza ligeramente de la horizontal del postbrazo.

Se diseña de este modo, para que, cuando el toldo esté montado, y el brazo soporte el peso del perfil delantero, si baja ligeramente, quede entonces alineado, y no castigue la articulación del codo.





Cuando procedemos a enrollar el toldo al revés, la lona o tejido, entra por debajo del tubo de enrolle, y al llegar a su punto final de recogida, el terminal ejerce una palanca sobre el antebrazo, hacia abajo, dañando la articulación del citado codo

Se ve claro en las imágenes siguientes.

Además,  si se tratase de un cofre, evidentemente, no cerraría.

Pues lo mismo sucede con un sistema de toldo de brazos articulados, sin cofre o sin protector de lona.

El  efecto que se produce, se refleja mucho mejor en un cofre, y por eso hemos escogido estas imágenes.

Pero no olvidéis nunca de advertir al consumidor final de esta posible incidencia.

Además, antiguamente, el tejido tenía una longitud de salida mucho mayor a la del brazo, y cuando se seguía dando vueltas a la manivela, se observaba un pandeo en el tejido.

Hoy, se tiende a ahorrar en todas partes, y algunos tejidos son justos, justos...

Espero que os haya sido de utilidad.
Por supuesto, si el toldo está motorizado...nada que temer. Nosotros al instalarlo dejaremos bien determinados los puntos de máxima extensión, y de recogida total.



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